Muy pocas mujeres alcanzan el orgasmo. Así lo ha puesto de manifiesto el estudio elaborado por Bijoux Indiscrets. Según esta investigación, nada menos que el 22,5% de las féminas no llega al clímax nunca o casi nunca durante las relaciones sexuales.
Y no solo eso: el 52% lo finge al sentirse presionadas para alcanzarlo. De esta realidad solo es consciente el 84% de los hombres, pero ahora que ya lo sabemos todos, vamos a ponerle remedio.
La ‘cuchara que rebota‘ es perfecta para los que quieran llevar la postura de ‘la cucharita’ al siguiente nivel. A muchos les vendrá a la cabeza que esta postura más que sexual es cariñosa, dormir practicando esta posición puede ser una forma muy amorosa de hacerlo.
La cucharita
¿Cómo realizarla?
1. Acuéstense de lado.
2. Pega tu pecho contra su espalda.
3. Después, introduce tu pene en su vagina.
4. Rodea con tus brazos para crear una atmósfera aún más sweet. Así ella se sentirá totalmente arropada.
5. Ten en cuenta que el grado de penetración dependerá del ángulo que ella forme entre sus glúteos y rodillas.
La penetración vaginal que se da al hacer esta postura es bastante profunda por lo que será muy agradable para ambos. Para aumentar el placer trata de tener sus piernas muy juntas, así estimularás su clítoris y su punto G.
Sobre el ritmo, lo recomendable es que sea lento pero es cuestión de sondear las sensaciones del propio cuerpo para disfrutar al máximo.
Lo increíble de esta posición es que pueden hacerla aún cuando no tengan 100% de energía ya que no requiere de mucho esfuerzo, es una postura sumamente íntima la cual ayuda a que se relajen juntos.
Si lo que quieres es subir la intensidad entonces haz que tu pecho no toque su espalda inclinandola hacia adelante, de esta forma lograrás que la penetración sea más intensa. Además, puedes poner tu mano sobre su zona sur y estimular su clítoris para asegurarte de llevarla al orgasmo, más de una vez. ¿Lista para probarla?
En conclusión, esta postura es idónea cuando no te apetece hacer el amor pero la conversación de “ya nunca lo hacemos” te da aún más pereza que el sexo en sí.
Felices orgásmos,
Diana Yáñez.
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