Audrey Andrews, experta en relaciones, ha revelado que el cuerpo femenino es capaz de experimentar doce orgasmos diferentes, uno incluso ocurre mientras duermen. Siempre bromeamos con que los hay positivos («sí, sí, sí…»), matemáticos («más, más, más…»), gritones («OHHH, AHHHH») y de otros muchos tipos, pero esta británica ha explicado qué tipos de clímax experimentan las féminas realmente y cómo obtenerlos.
Si quieres que tu pareja, consiga llegar a uno, debes aplicarte. Las áreas altamente sensibles y erógenas pueden llevar a gozar muchísimo, si se les da la estimulación correcta. Definitivamente vale la pena aprender cosas nuevas para hacer que disfrute de su cuerpo y ayudar a investigar cómo funciona para que las sensaciones sean completamente satisfactorias.
Clitoriano
Estimúlalo. Este es el camino directo hacia el orgasmo. Gracias a sus 8.000 terminaciones nerviosas, el clítoris es un órgano diseñado para dar placer a las mujeres. La sensación, según un estudio publicado en ‘NeuroQuantology’, es “localizada, aguda, potente y de corta duración”. La estimulación se dispara a través del roce, el sexo oral, el uso de juguetes sexuales (un vibrador) o ciertas posturas que favorecen la fricción del pubis, como el misionero.
Cuanto más se haga, más sensible y erecto se vuelve este particular centro del placer del cuerpo humano. No obstante, esta modalidad resulta más placentera si no te limitas a excitar solo esa zona, así que prueba con el resto. La investigación ha encontrado que las mujeres que tienen un clítoris que se encuentra más cerca de su abertura vaginal tienen una mayor probabilidad de alcanzar el clímax durante el coito que las que tienen una mayor distancia entre estas dos partes del cuerpo.
Vaginal
El punto G (o de Graffenberg, para ser precisos) es el nombre que se le da al área pequeña y rica en nervios sobre la pared vaginal frontal. Es un tema controvertido porque algunos expertos en sexo insisten en que es un mito. Los orgasmos se pueden lograr masajeando esa área en un movimiento circular de «ven aquí».
Alrededor de un 30% de las mujeres consigue alcanzar el orgasmo a través de la penetración. Situarlo, acariciarlo y masajearlo suavemente con los dedos o algún juguete sexual (como un vibrador curvado) antes de lanzarse a la penetración puede ser de lo más útil. Dicha sensación se suele describir, según el mismo estudio citado anteriormente, como un placer por todo el cuerpo y suele ser más duradero que la que proporciona el éxtasis clitoriano.
Mixto
Estos ocurren cuando se tocan y complacen varias áreas de su cuerpo simultáneamente. Pueden ocurrir cuando estás en medio de un sexo acelerado o cuando ha ido poco a poco calentando mucho la zona, sin prisas. Esta es una gran manera de obtener placer en muchas zonas erógenas que se encienden a la vez.
Múltiples
Durante años, la comunidad médica sostuvo que no había ninguna distinción entre el orgasmo vaginal y el del clítoris. Por fortuna, hoy se sabe que son dos cosas diferentes y que combinadas forman el combo perfecto para ti y tu pareja. ¿Cómo se alcanza esta intensidad? O con una postura que permita el roce de la penetración a la vez que la estimulación del clítoris (como el misionero o cualquier posición a horcajadas sobre el cuerpo del hombre) o bien mediante el uso de un vibrador de dos cabezas o en forma de u.
Anal
Muchas mujeres pueden alcanzar el orgasmo durante el sexo anal, simplemente no se habla mucho en la cultura popular. Las paredes anales son ricas en terminaciones nerviosas y entre las zonas erógenas más sensibles del cuerpo.
Como explica la experta, “la estimulación del nervio pélvico a través del recto también puede conducir al placer en algunos aspectos sorprendentes”. Incluso algunas mujeres consiguen disfrutar más del sexo anal que del vaginal una vez lo dominan. Para practicarlo es fundamental una buena estimulación previa, relajación y lubricar la zona. Un juguete erótico puede ser la mejor herramienta para empezar a practicarlo.
Sleep-gasm
El cerebro de la mujer es capaz de tener un orgasmo mientras duerme gracias a la relajación. Mientras descansan, están más relajadas, no les preocupa nada. Cuando aparecen los pensamientos negativos durante el sexo, se los conoce como ‘espectadores’ y pueden convertirse en una gran barrera.
En su sueño, la mente puede explorar libremente sus fantasías sexuales sin sentirse juzgada. Esto puede excitarte tanto que puedes terminar teniendo un orgasmo e incluso despertandote.
Cervical
Por su nombre, quizás estés pensando que se trata de estimular el cuello uterino, pero no. Se trata del cérvix. Concretamente, de la zona que comunica la vagina y el útero y por el cual los espermatozoides y los ovarios se cruzan en sus respectivos caminos. Mide unos 3 centímetros de longitud y 2,5 de diámetro, y se encuentra en la parte final de la vagina.
También conocido como el orgasmo profundo, el clímax en esta zona tan solo se puede conseguir mediante una penetración profunda, de ahí que aquellas mujeres que tengan este área demasiado sensible posiblemente puedan sentir más dolor que placer si se ejerce demasiada presión.
Punto U
La uretra no es solo para orinar. En realidad está rodeada por algunas de las partes ocultas del clítoris. Cuando se estimula, la sangre se precipita hacia el tejido eréctil que rodea la abertura, lo que puede provocar eyaculación a «chorros». Aunque puedes comprar vibradores uretrales internos, también puedes estimular el área externamente con un vibrador cltoriano estándar. Esta zona puede ser muy propensa a la infección, por lo que debes investigar antes de meterle cualquier cosa. ¡Ah!, y asegúrate de tener una toalla a mano.
Punto A
Es la zona vaginal interna, también conocida como el fondo de saco anterior. Se encuentra en la pared vaginal frontal hacia el área del ombligo y la presión adecuada sobre la zona es similar a la estimulación indirecta del punto G. Es una zona ideal para explorar cuando la mujer está muy excitada y sus músculos totalmente relajados.
Lo mejor es llegar después de que haya tenido lugar un juego previo considerable, y con una cantidad generosa de lubricante, así que tómate tu tiempo antes de apuntar a este tipo de clímax.
Pezoneros
Jugar con los pechos y los pezones ilumina la misma parte del cerebro que responde a la estimulación genital y del clítoris. Acariciarlos, masajearlos o lamerlos también desencadena la liberación de oxitocina. Si quieres tener un orgasmo en esta zona, rozarlos con saliva es la clave. En primer lugar, masajea el área alrededor de los senos, torso y estómago para provocar y estimular la circulación alrededor del pecho.
Luego, mueve tu lengua en círculos y acaricialos con un toque parecido a una pluma. No toques la aureola ni los pezones hasta que estés muy excitado. Una vez que sientas que no puedes esperar más, pasa los dedos y comienza a pellizcar suavemente desde la base hasta la punta.