Cómo dejar de ser precoz

Si estás leyendo estas líneas seguramente sea por que ya te ha pasado más de una vez el hecho de acostarte con alguien y eyacular a los pocos instantes de la penetración. Este problema sexual se conoce popularmente como eyaculación precoz y consiste en la falta de control en el reflejo eyaculatorio, por lo que se expulsa el semen de forma súbita al poco de haber comenzado la penetración. Esta disfunción sexual es más común de lo que parece, ya que según un estudio realizado por la Asociación Española de Andrología, alrededor del 43% de los hombres habían tenido este problema en algún momento de su vida.

La eyaculación precoz es un problema que no solo afecta a las relaciones sexuales, sino que puede traer otras consecuencias en la persona que lo padece, como problemas de autoestima, ansiedad y falta de autoconfianza sexual, entre otros. Por ello, muchos hombres con esta afección se preguntan: «¿Cómo dejar de ser precoz?» En el siguiente artículo te contare algunos métodos y consejos que te ayudarán a controlar este problema sexual. ¡Sigue leyendo!

Métodos para dejar de ser precoz

La eyaculación precoz es una disfunción sexual que se produce cuando el hombre alcanza el orgasmo de manera incontrolada. Aunque puedes acudir al médico para que te asigne algunos fármacos para controlar este problema, también puedes conseguir retrasar la eyaculación durante las relaciones mediante una serie de ejercicios. A continuación, te presento cómo dejar de ser precoz con los siguientes ejercicios:

Masturbación controlada

Una manera muy eficaz de dejar de ser precoz poco a poco y controlar tus eyaculaciones durante las relaciones sexuales es conocer las sensaciones que tienes justo antes de llegar al orgasmo, es decir, las que indican que estas a punto de expulsar el semen. Para ello, la mejor manera de empezar a identificar estas sensaciones es mediante la masturbación.

Empieza a masturbarte como lo haces habitualmente, intentando centrarte en todas las sensaciones que te provoca. Cuando empieces a notar la necesidad de eyacular, tendrás que dejar de tocarte y apretar la parte que está justo debajo del glande con los dedos pulgar e índice hasta que la sensación se vaya reduciendo para seguir masturbándote. Tendrás que hacer este proceso unas 3 o 4 veces y ya a la siguiente ocasión que tengas ganas de eyacular, no interrumpir el proceso. Intenta repetir esta técnica al menos 1 vez al día.

Ejercicios de Kegel

Los ejercicios de Kegel es otro de los métodos más conocidos para dejar de ser precoz y consiste en una técnica donde ejercitas los músculos pubococcigeos para conseguir controlar el reflejo eyaculatorio.

Antes de comenzar a practicar esta técnica, es importante que identifiques los músculos pélvicos. Para ello, tendrás que sentarte en el retrete cuando tengas la necesidad de miccionar y detener la orina para notar qué músculo lo está produciendo. Una vez que lo tengas localizado, tendrás que estar un par de días cada vez que vayas al baño deteniendo el flujo una cuantas veces para dominar la técnica.

Una vez tengas controlada la técnica en el baño, ya podrás hacer los ejercicios de Kegel sin tener que ir al baño: aprieta los músculos pubococcigeos durante unos segundos y luego relájalos. Realiza 30 repeticiones unas 5 veces al día para conseguir retrasar el orgasmo.

Posiciones sexuales para controlar la eyaculación

Además de los anteriores métodos, también se puede retrasar el momento del orgasmo mediante algunas posturas sexuales. A continuación, te muestro las mejores posiciones sexuales para retrasar la eyaculación:

La cuchara: en esta posición el hombre penetrará a la mujer por detrás mientras están acostados de lado. Debido a la posición fetal, el pene no logra penetrar por completo la vagina, por lo que el orgasmo y la eyaculación pueden retrasarse.
La medusa: en esta postura la mujer estará encima del hombre mientras que el queda sentado y con las piernas flexionadas. Al igual que ocurre con la que hemos explicado anteriormente, la medusa es una posición donde existe menos fricción durante la penetración, por lo que es más sencillo controlar el orgasmo.
La fusión: en esta postura, la mujer también se encontrará encima del hombre, pero en esta ocasión él permanecerá acostado mirando hacia arriba. Esta pose también es ideal para controlar la eyaculación, ya que por un lado, el hombre está en una postura totalmente relajada, y por otro lado, la mujer es quien marcará el ritmo del coito.