Seleccionar página

Lo bueno si es breve, dos veces bueno. Dicen. Pero en materia de sexo… si el coito dura un poco más tampoco nos vamos a quejar, ¿no? Un estudio de 2005 en el ‘Journal of Sexual Medicine’ descubrió que, de promedio, una relación íntima alcanza los 5,4 minutos en parejas heterosexuales, sin contar con los preliminares. ¿Mucho? ¿Poco? Más bien lo segundo. Otro estudio determina que lo que la mayoría de la gente realmente quiere es alcanzar los 13 minutos de duración en la cama.

Y una encuesta realizada por el experto en salud Keith Ablow entre los espectadores de ‘Fox News’, determinó que el 80% de los hombres y las mujeres querrían intimar durante al menos media hora.

Si te sientes identificado con estos resultados y eres de los que quiere durar más en la cama pero no sabe cómo, aquí tienes una serie de técnicas que puedes seguir para cumplir tu objetivo. Tu(s) chica(s) te lo agradecerá(n), seguro.

1) Entrenarte

Si alguien quiere durar más tiempo corriendo ¿qué haces? Exacto: entrenar, y a solas. Un día corre 15 minutos, a las dos semanas unos 20, a las tres, media hora… Pues lo mismo ocurre con el sexo, amigo. Aunque el nivel de excitación con tu mano no es ni será nunca el mismo que con una fémina, siempre puedes retrotraerte a tu última relación y practicar contigo mismo como si estuvieras en el tema.

Piensa que es un entrenamiento más. Cuando creas que vas a alcanzar el clímax, para. Y luego reanuda. Y así. Esta técnica es especialmente útil para aquellos que no se masturban con frecuencia.

2) Masturbación previa

Es un truco muy común. Eyacular una o dos horas antes de mantener relaciones sexuales con ella puede retrasar la llegada del segundo clímax. Puedes hacerlo solo antes de estar con ella, o lo pueden resolver juntos antes de iniciar el coito.

3) Incorpora juguetes

Puede parecer «hacer trampa», pero eso no debería importarte cuando se trata de asegurar que ambos tengan un orgasmo, ¿no? Si no puedes durar lo suficiente como para que ella termine, puedes comenzar la penetración con un vibrador. Cuando ella esté cerca de la meta, ya puedes introducirte y finalizar tú.

4) Más preliminares

El orgasmo suele ser el final, así que ¿por qué no alargar el encuentro íntimo para retrasarlo? Aunque el coito sea «corto», puedes ampliar el tiempo que ambos pasan en los juegos previos. (Sí, te estamos animando). Lo importante es que ambos acaben satisfechos.

5) Aprovecha el período refractario

¿Quién dice que el sexo debe limitarse a una sola sesión? Esto no funciona para todos. Recomiendo empezar el coito unos minutos después de que hayas eyaculado, pues muchos hombres experimentan menos sensibilidad durante la segunda erección. Si a ella no le importa esperar unos pocos minutos (o volver de nuevo a los preliminares), esta es una buena opción, ya que obtendran mejores resultados en la segunda ronda.

6) Prueba algo nuevo

Si llevas con la misma pareja durante un periodo considerable, tus relaciones sexuales se han vuelto rutinarias por necesidad. Ojo, eso no quiere decir que sean peores, pero ya sabes cómo se va a dar la cosa y en qué orden. Tu cuerpo, en pocas palabras, anticipa lo que está por venir. Por eso es recomendable añadir nuevas posiciones, juegos, artilugios… para excitar el cuerpo y la mente. Te distraerá y te hará durar más.

7) Prueba la cucharita

Hay ciertas posiciones que retrasan el orgasmo, ya que evitan el contacto con las áreas más sensibles del pene (específicamente, la parte inferior de la cabeza, donde se encuentra la mayoría de los nervios). Una buena es, por ejemplo, la cucharita, que además es muy sencilla de llevar a cabo. La pareja se echa de costado, el hombre detrás de la mujer, colocada en posición fetal. Él la rodeará con sus brazos. El grado de penetración dependerá del ángulo formado entre el glúteo y la rodilla de ella, que podrá aumentarlo o disminuirlo a su gusto. Para maximizar el placer de ella al realizar esta posición, esta debe mantener las piernas muy juntas, lo que estimula el clítoris y el punto G.

8) Detente

Otro de los trucos es detener la penetración. Si sientes que estás a punto de llegar, lo mejor es que pares durante un minuto. Puedes invertir este tiempo en otras artes como el sexo oral. Lo más probable es que consigas retrasar el orgasmo. Eso sí, tienes que saber cuándo darle a ‘pause’, ya que, según asegura Ian Kerner, terapeuta sexual y autor de ‘She Comes First’ , «todo el mundo tiene un punto de no retorno donde la eyaculación es imposible de detener«.

9) Aprieta la base del pene

Puedes hacerlo con tu mano o usando un anillo para el pene. Literalmente te impide eyacular. Piensa en ello como si fuese doblar una manguera por la mitad para detener el flujo de agua. Ojo, no dobles tu pene, es un decir.

10) Utiliza spray

Aunque preferimos que pruebes lo anterior, sin sustancias extrañas, te damos todas las opciones. En el mercado hay aerosoles con lidocaína específicamente dirigidos a retardar la eyaculación. Estos se aplican sobre el miembro unos minutos antes de comenzar la relación. Los espray insensibilizan la zona sobre la que se pulverizan, rebajando la sensación. Esta práctica resulta controvertida y no todos los expertos la apoyan, ya que el objetivo primordial de un encuentro sexual debería ser el placer.