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Hay mucho misterio en torno a las zonas erógenas y su ubicación. Para despojar mitos, lo primero que haremos será clasificarlas en zonas erógenas primarias y zonas erógenas secundarias para una mejor comprensión:

Las zonas erógenas primarias aludirán al área genital, área predominantemente sensible de nuestra anatomía capaz de evocar una enérgica respuesta sexual. Principalmente serán la vagina y el clítoris para la mujer y el pene en el caso del hombre.

Las zonas erógenas secundarias, harán referencia a las partes reactivas que suelen variar de una persona a otra y que constituyen un perfecto aperitivo cargado de sensualidad, capaz de enriquecer el menú de un buen encuentro sexual.

A continuación citaremos algunas de las zonas erógenas secundarias más extendidas y populares, pero ya sabes que cualquier punto de su cuerpo puede ser susceptible al deleite. Experimenta, prueba… ¡inténtalo!

Seguro que serás capaz de aumentar esta lista.

La boca: la boca, incluyendo los labios y la lengua, es uno de los instrumentos que mayores posibilidades nos ofrece en el sexo. Besar, lamer, morder… deja volar tu imaginación y otórgale la importancia que se merece, ¡existen mil maneras de usarla!

Las orejas: los lóbulos y la parte trasera de las mismas son las partes más sensibles con las que cuenta. Además de jugar con ellas también puedes utilizarlas para susurrar sensuales palabras e intensificar aun más la excitación. Un órgano polivalente dónde los haya.

Cuello, nuca, hombros y espalda: ideales para un buen masaje, ¿no crees? Puede ser una de las mejores maneras de comenzar un encuentro erótico, romper el hielo y además relajarse ¡qué más se puede pedir!

Pechos y pezones: aunque para hombres y mujeres puede ser satisfactorio, los pechos y los pezones suelen resultar especialmente estimulantes en el caso de ellas, pudiendo alcanzar un estado de excitación máximo aplicando las caricias adecuadas… ¡compruébalo!

Muslos: sobre todo la parte interna de los mismos, ¿te has dado cuenta de lo suave qué es? Seguro que es un placer tanto acariciar como ser acariciado en esa zona, juega a aproximarte a sus genitales y luego da marcha atrás. ¡Peligro! ¡Alta tensión!

Perineo: te presento a esa zona del cuerpo llamada ‘perineo’, ¿la conocías? Es el área que se extiende entre el ano y la vagina. Estimularla puede ser muy placentero, ya que cuenta con numerosas terminaciones nerviosas, ¿te atreves a probar?

Nalgas y ano: no solemos olvidarnos de las nalgas en nuestras prácticas sexuales, pues pueden ser un deleite tanto para el tacto como para la vista, pero… y el ano, ¿es top secret para ti? Quizá te interese saber que esta zona está altamente inervada, por lo que puede llegar a ser muy sensitiva.

Cabello: En esta zona también nos referimos al cuero cabelludo, el cual puedes masajear para relajar a tu pareja, de tal forma que se olvide de sus problemas para entregarse a ese momento de placer. Después puedes pasar al cabello, acariciarlo, jugar con él y tal vez tomarlo con un poco de fuerza, sin lastimar, pues a las mujeres les agrada sentir algo de dominio de tu parte.

Parte interna de los muslos: Es un área que generalmente no se toma en cuenta porque está muy cerca de los genitales. Estas zonas cuentan con muchas terminaciones nerviosas que rara vez se tocan. Para su estimulación es recomendable rozar durante los juegos previos la cara interna de los muslos ya sea con las manos, los labios o la lengua, verás como es casi imposible que tu pareja no se excite con esto.

 

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