Si no le das mucha importancia a las posturas que tomas durante tus contactos eróticos, es porque no has descubierto la tonelada de beneficios y propósitos placenteros que cada posición ofrece.
No son mero capricho y cosa de buscarle variedad, cada una le permite estimular de manera distinta cada zona dentro de su vagina, ampliar la profundidad o generar libertad para dejar fluir la información orgásmica.
Porque las paredes de su ‘amiga’ tiene distinta sensibilidad y cada una tienen sus favoritas.
Ella las descubrirá cuanto más viajes de postura en postura. Y lo mejor: tú al mando para que explores sus mares de posibilidades. Te daré tres secuencias que puedes seguir o aplicar, por separado. Chécalas y ponte a practicar.
SECUENCIA 1
COMIENZA CON LA ‘T’
Ya se dejó inundar por besos y caricias, adiós ropa y ahora sí, recuéstate lateralmente y coloca su cuerpo de manera perpendicular. Acerca su pelvis a la suya y hagan una T, peeero… todavía no comiencen con la penetración. ¡Exploremos el clittage!
GRAN HIT El clittage. En esa postura toma suavemente tu pene, masajea un poco y acerca tu glande hacia la entrada de su vagina, pero no penetres. Sube y acaricia con tu miembro sus labios menores y (ooobvio) clítoris. Quédate ahí un ratito haciendo círculos y masajéandola (y de paso masajéandote). Si logra acercarse o llegar al orgasmo por los estímulos directos a Mr. Clit, qué mejor. Una vez que te encuentres a mil, desliza a tu ‘amigo’ y que comience la penetración.
EL ARCOÍRIS
Puedes pasar directamente a éste desde la T. Sólo te recuestas y deslizas su cuerpo hasta quedar sobre ti, dándote la espalda. Despacio, echa su peso hacia adelante y dirige el pene para que le permitas ser penetrada. Cuida mucho la lubricación y de preferencia utiliza un poco de lubricante con base de agua, para que te deslices a la perfección.
GRAN HIT Arquea su cuerpo hacia ti, de ese modo direcciona tu miembro hacia la pared anterior de su vagina, la parte de adelante donde está su Zona G, la cual está muy cerca de tu clítoris intern.
SECUENCIA 2
SEXO ORAL CON ‘LA ESTOLA’
Ésta es una superidea si le encanta recibir sexo oral. Ya basta de recostarla y colocarla como si estuviera en el ginecólogo. Ve por más y toma el mando. Recuéstate y pasa sus piernas para montarla sobre tu abdomen. No quieras entrar directo a la posición porque puedes lastimarte el cuello. Ve acercando su pubis a tu boca mientras ella se sostiene de la cabecera o de sus manos sobre tus muslos.
GRAN HIT Ella puede direccionar las caricias ladeando su cadera para que tu lengua y sus labios den en los sitios precisos y de más placer.
EL ENCHUFE
Después de ese magnífico sexo oral todopoderoso, descuélgala y recuéstate junto a élla de manera lateral, llevando su cabeza hacia el lado de tus pies. Estando de lado, acerca su pelvis y pasa una pierna encima de tu cadera, con el fin de poder masajear su pubis con el tuyo. Cuando te sientas listo, toma tu pene y dale entrada a su vagina.
GRAN HIT La idea es crear un vaivén. Al estar en la posición de poder, llevará el ritmo y, claro, la profundidad. Tu miembro estará ligeramente cargado más hacia una de las paredes vaginales laterales. Explora con sensación.
ABRAZO DE VENUS
Ahora sólo gira y ponte de frente a élla, puedes hincare o acuclillarte. Nuevamente móntala y sostén su peso en sus metatarsos. Desde ahí déjala llevar el ritmo con el fin de subir y bajar su cadera.
GRAN HIT Aquí sí puedes olvidarte de columpiar o el movimiento pendular de su pelvis. Vale la pena tratar de subirla y bajarla (sin que brinque, que se cansa el doble y de nada sirve), pero en cámara lenta, poco a poco, que pueda ir sintiendo cómo tu pene se desliza de manera suave, y deja caer en un solo tiempo su cadera. De nuevo sal, de modo pausado y ¡siente su poder!
