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Esta vez exploramos técnicas para dar placer a tu mujer a través de la boca, la lengua y, ¿por qué no?, también los dientes y las manos: el famoso cunnilingus. Vamos pues, bocas a la obra.

Si te preocupa la higiene

Una forma sutil de evitar sorpresas es sugerir un baño previo en pareja para calentar motores. Además, los cuerpos húmedos y desnudos le darán al encuentro sexual un toque candente adicional. Es importante que, si te gusta usar los dedos, mantengas las uñas cortas y te rasures previamente si eres hombre, porque la sensación de lija en la vulva puede no ser muy inspiradora que digamos.

Empieza lentamente…

… Y deja el clítoris para el final. La vagina está llena de terminaciones nerviosas que puedes estimular antes de llegar al plato fuerte. Empieza por los labios menores y mayores en movimientos ascendentes con la lengua. Inicia con la lengua plana, como si estuvieras comiendo un helado, para estimular una zona mayor e ir de las caricias generales a las particulares.

Sube la intensidad gradualmente

Conforme las cosas se vayan calentando, puedes incrementar el ritmo y el nivel de presión de tu lengua sobre la vagina. Recuerda siempre estar atento a las señales de ella: su respiración, los movimientos de su cadera, lo que hace con las manos o lo que te dice con gemidos son señales que te indican si vas bien, o más o menos.

No olvides las manos

Mientras tu lengua se va adentrando en el universo vaginal, tus manos pueden acariciar el resto del cuerpo. Pies, muslos, nalgas, abdomen, cadera, senos, también son parte de la diversión mientras la boca hace su trabajo.

Cambia la posición de la lengua

Prueba ahora con la lengua en punta, como si quisieras tocarte la nariz con ella. Recorre los labios interiores a diferentes velocidades y con diferente presión y, cuando llegues cerca del clítoris, no lo toques, sólo rodéalo. Esto añadirá un toque de excitación que irá preparando a tu chica para el plato fuerte. Quizá en este punto ella, con su lenguaje corporal, te pida que te concentres en este centro del placer, pero vale la pena esperar un poco más.

Lee su cuerpo

Si ella levanta la cadera, gime con fuerza, araña la cama, se toma de las sábanas o incluso te habla para pedirte algo en específico, vas por buen camino.

Succiona

Suave y delicadamente, usa tus labios para succionar los labios vaginales alternando con los movimientos de la lengua, así le darás variedad a la sesión de sexo oral y sorprenderás a la chica con una sensación diferente. Puedes incluso usar los dientes con mucho cuidado para dar pequeñas y suaves mordidas, pero pon mucha atención en la respuesta de ella. Si algo parece no agradarle, mejor deja de hacerlo.

Usa los dedos

Suavemente y sin dejar de hacer lo que estés haciendo con la lengua, introduce uno o dos dedos en la vagina. Puedes usar unas gotas de lubricante para facilitar la tarea; los hay con sabores o incluso los que proporcionan sensación de calor y frío, y que también te ayudarán a darle variedad al encuentro.

Ahora sí

Dirígete al clítoris y explóralo muy suave y lentamente. Recuerda que es un punto muy sensible y para algunas mujeres una sobreestimulación puede ser desagradable. Usa los movimientos de la lengua que ya sabes: lengua plana y en punta, ascendente, descendente o en círculos, incluso puedes moverla como si escribieras una letra “a”, una “b” o una “c”.

El clítoris tiene un capuchón que puedes retirar, pero hay que hacerlo muy delicadamente porque es sumamente sensible. Si ella es muy perceptiva, mejor sigue sobre el clítoris cubierto. Combina estas caricias con los movimientos de tus dedos.

Si ella quiere, literalmente, darte una mano, acepta la ayuda y disfrútala.

Presiona

Presiona suavemente el clítoris con tu lengua, tus labios o con los dientes (de nuevo, cuidado con los dientes) mientras tus dedos entran y salen de la vagina. Si quieren usar un juguete sexual para penetración, éste es el momento: empieza suave y ve aumentando la intensidad. Usar los dedos o un juguete puede darle un descanso a tu lengua y a tu boca.

No te apresures por llegar al final

Aunque es muy probable que en este punto tu chica tenga un orgasmo, también es probable que ella quiera cambiar de posición o esté lista para la penetración. Recuerda que las mujeres suelen tardar más en llegar al clímax, así que no la presiones y déjate llevar.